La Cacería (Parte I)

El hombre se inclinó sobre la huellas, estas todavía estaban frescas lo que originó un sentimiento de ansiedad en el cazador.
“No esta muy lejos” se dijo en sus adentros mientras renovaba la búsqueda.
La oscuridad de la noche cubría al bosque y la vegetación era espesa e impedía la libre movilidad, por lo que Ninant se veía obligado a avanzar lentamente para no causar ruidos innecesarios que alertaran a la presa. No era una cacería ordinaria, era una en las cuales los roles podían intercambiar en cualquier descuido, su vida estaba en juego.
Luego de unos minutos siguiendo el rastro, Ninant vio un claro en el bosque en cuyo centro había un animal muerto. El cazador desenvainó su chichillo que era largo y puntiagudo, e intentó agudizar la vista para distinguir si había algo escondido cerca de él. Al no ver nada decidió acercarse simulando que no sospechaba nada y mientras se rascaba la cabeza miro a sus espaldas.
Como volvió a no ver nada en la oscuridad decidió investigar el cadáver sin bajar la guardia. Una análisis rápido bajo la luz de la luna le permitió descubrir era un animal característico de la región pero si bien se encontraba despedazado no faltaba nada de él.
Cuando Ninant se erguía y una vez más miraba a su alrededor, una mano salió repentinamente de adentro de los restos del animal y lo atrapo por el tobillo.
Pero él no era un novato, y así como aquella mano lo tocó, su cuchillo ya se había clavado en ella por instinto. Un espantoso alarido retumbó en la noche y la mano lo soltó, rápidamente el hombre le propinó una patada al cuerpo muerto y pudo ver que este tapaba una fisura en el suelo. Ninant intuyó que su agresor había estado oculto en aquel hueco, debajo del cadáver. Ya que no era una simple grieta en el suelo, era un pequeño pasadizo y la criatura había escapado por él.

Nota del Autor.
Tenía pensado escribir un relato corto de misterio y suspense pero a medida que avanzaba me fue quedando así. Pronto publicaré la continuación.